
Con más de la mitad del país en alerta alta por nieve el viernes y el sábado, la agencia meteorológica AEMET describió la situación como "excepcional" y "probablemente histórica".
Ante una nevada sin visos de amainar, el aeropuerto de Barajas, en Madrid, detuvo todas las salidas y llegadas de vuelos.
"Por seguridad, se han paralizado las operaciones en el #Aeropuerto AS #Madrid-#Barajas, hasta mejora de la visibilidad. Prosiguen las labores de limpieza de pistas para recuperar la operativa lo antes posible", tuiteó Aena, que gestiona los aeropuertos.
Las precipitaciones más intensas se registraron en las regiones de Madrid, Castilla-La Mancha (centro), Valencia (este) y Madrid, donde se produjo la mayor nevada desde 1971, según la televisión pública.

La nieve cayó intensamente durante horas, y seguía haciéndolo a las 21H00 GMT, lo que obligó a cortar las dos principales circunvalaciones de la capital del país, la M30 y la M40, y a decretar la alerta roja en el centro de la ciudad, donde la policía trataba de ayudar a los vehículos y las personas que se habían quedado bloqueados.

En la red de carreteras secundarias, más de 50 eran intransitables y en unas 170 era necesario el uso de cadenas.
Con todo, la jornada dejó estampas memorables, como la de los niños lanzándose bolas de nieve o jugando bajo palmeras teñidas de blanco en Madrid, mientras otros retrataban el raro episodio que empezó justo después de la fiesta de la Epifanía, cuando los Reyes Magos entregan a los niños españoles los regalos de Navidad.
La AEMET había alertado que caerían de media otros veinte centímetros de nieve en Madrid y la meseta del centro del país, alcanzando el medio metro en las zonas con más altitud.
