A lo largo del tiempo, las comunidades que residen en estas áreas boscosas han acumulado conocimientos y desarrollado habilidades para tener una gestión más sostenible de los bosques, impulsando la economía forestal local y regional, y disminuyendo la ilegalidad y las altas tasas de deforestación nacionales, que para 2023, según cifras del IDEAM, bajó en un 36% (79.256 ha) respecto de la registrada en 2022 (123.517 ha).
Esta problemática, que deteriora el funcionamiento de los ecosistemas y la calidad de vida de todos los seres vivos, tiene como una de las principales causas la tala y tráfico ilegal de madera. De acuerdo con estimaciones realizadas por diferentes entidades, más del 40% de madera proveniente de bosque natural que se comercializa en el país es de procedencia ilegal, debido en parte a una baja capacidad de gestión en los procesos y al alto costo para tramitar permisos de aprovechamiento legal.
Así, como medida para contribuir en la reducción de la deforestación y en el marco de la Estrategia Nacional REDD+, denominada Bosques Territorios de Vida, durante el 2018 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MinAmbiente), en alianza con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), consolidaron la propuesta de “Manejo forestal sostenible a través de la forestería comunitaria: una propuesta técnica, institucional y financiera para promover en Colombia”
La propuesta, de acuerdo con Adriana Yepes Quintero, asesora regional para América Latina y el Caribe en Manejo Forestal Sostenible y REDD+ de la División Forestal de la FAO, busca fortalecer las capacidades institucionales y comunitarias para ampliar las áreas bajo manejo sostenible de los bosques naturales, creando a su vez economías diversificadas y mejoras en los medios de vida de las comunidades rurales.
“Transitar de las actividades informales de aprovechamiento forestal que se realizan tradicionalmente en algunos territorios del país por actividades productivas forestales formales y sostenibles, la incursión en Pago por Servicios Ambientales (PSA) y establecimiento de arreglos agroforestales son acciones que facilitan el proceso, además de fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional, así como la implementación de planes de negocios para hacer realidad y sostenible una economía forestal basada en los bienes y servicios del bosque”, agrega Adriana Yepes.
Una propuesta robusta e integral en línea con la Estrategia Integral de Control a la Deforestación y Gestión de los Bosques (EICDGB) del país y el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, y que hoy se encuentra en desarrollo de su cuarta y última etapa en cinco (5) núcleos forestales: Cauca, Chocó, Huila, Tolima y Valle del Cauca.
El acumulado de conocimientos y experiencias durante el proceso desarrollado dio paso a un encuentro de intercambio de comunidades: Hacia la consolidación del Manejo Forestal Sostenible Comunitario (MFSC), realizado en el Resguardo de San Antonio de Calarma del departamento del Tolima, en el que participaron representantes de los cinco núcleos y otras experiencias para conocer cómo desde su experiencia las comunidades vienen contribuyendo con la sostenibilidad del MFSC, exponiendo sus procesos en relación con:
Chocó: experiencia de COCOMASUR en Pagos por Servicios Ambientales-PSA, monitoreo comunitario y gobernanza forestal.
Huila: ¿cómo fue el proceso de entrega de las motosierras y el origen de “Los Castores” hacia la conservación a través de la apicultura y otras actividades?
Tolima: experiencias en el proceso asociativo, enfoque de género y conocimiento ancestral.
Valle del Cauca: bosques para siempre, Manejo Forestal Sostenible Comunitario en Yurumanguí.
Ecoserranía: fortalecimiento del capital social, liderazgo organizacional y búsqueda de recursos para la implementación del MFSC.
Pacífico Biocultural: ¿cómo ha sido el proceso para el manejo forestal comunitario y enfoque socio empresarial?
Fondo Verde del Clima (GCF): alcances del proyecto y expectativas en el proceso de implementación del MFSC. ¿Cómo replicar el modelo en la Amazonía colombiana?
En su totalidad, las y los representantes de las nueve (9) comunidades campesinas, indígenas y negras participantes coincidieron en afirmar que el MFSC es un modelo efectivo al integrar nuevos conocimientos y partiendo del conocimiento y costumbres tradicionales, lo que hace más sencilla la adaptación a los modelos de trabajo y organizativos para la sostenibilidad de los bosques y demás recursos naturales en los territorios.
Asimismo, destacaron como un factor diferencial, que el MFSC les ha permitido conocer el bosque que les rodea y rescatar especies nativas, para que perduren en el tiempo en sus territorios. Un aporte a la conservación de la biodiversidad local, que se vinculan a su cultura como legado para futuras generaciones
Así, desde las raíces y el arraigo, comienza a construirse la red de comunidades en torno al Manejo Forestal Sostenible Comunitario, con la que hoy niños, niñas y jóvenes conocen, comprenden y preservan sus Bosques, Territorios de Vida.
PRENSA : FAO