En un paso decisivo para la protección del campesinado y el impulso de la soberanía alimentaria, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Agencia Nacional de Tierras (ANT) oficializaron la firma del Decreto 780 de 2024, que constituye, reconoce y fortalece los Territorios Campesinos Agroalimentarios (TECAM).
El director de la ANT, Felipe Harman, destacó la importancia de este decreto al afirmar que “hoy tenemos unas solicitudes que no tenían procedimiento, y a partir de este momento, con la incorporación de este procedimiento, ya corre tránsito interno en la ANT la estructuración y conformación de territorios TECAM”. Esto marca el inicio de un proceso formal para garantizar la seguridad jurídica y la vida digna en las zonas rurales del país.
Los TECAM se constituyen como una herramienta de ordenamiento territorial que permitirá al Estado colombiano proteger la soberanía alimentaria, fomentar la agroecología y defender los derechos socioeconómicos, culturales y ambientales del campesinado. Esta iniciativa es clave para avanzar en la Reforma Agraria y garantizar la justicia social en las zonas rurales.
La aprobación de las solicitudes de creación y fortalecimiento de los TECAM será responsabilidad del Consejo Directivo de la Agencia Nacional de Tierras, que evaluará aspectos como la conformación de la Junta de Gobierno Campesino, la ubicación, el área pretendida y el número de familias beneficiadas.
Con este decreto, el Gobierno Nacional reafirma su compromiso de defender las territorialidades campesinas y promover la producción agropecuaria en todo el país. El fortalecimiento de estos territorios busca mejorar las condiciones de vida de las familias campesinas y consolidar un modelo de desarrollo rural sostenible y equitativo.
El Decreto 780 de 2024 es parte del Plan de Reforma Agraria que impulsa el presidente Gustavo Petro, cuyo objetivo es implementar medidas concretas para la redistribución de la tierra y la protección de los pequeños productores rurales.
Con la implementación de los TECAM, se espera que el país avance hacia un modelo de producción agroalimentaria más inclusivo, donde las comunidades campesinas sean protagonistas en la construcción de un sistema alimentario soberano y resiliente.
(Con información de la Agencia Nacional de Tierras)