Un cabo primero del Ejército Nacional, adscrito a la Séptima Brigada, denunció públicamente a través de un medio de comunicación que fue víctima de una estafa por parte de un oficial de alto rango. Según su testimonio, el mayor Iván Ernesto Gallo le solicitó una suma de dinero en el año 2023, bajo la promesa de facilitar su traslado a la Unidad de Fuerzas Especiales.
El cabo, que prefirió mantener su identidad en reserva por temor a represalias, afirmó que en julio de ese año, el mayor Gallo lo contactó directamente, ofreciéndole la oportunidad de unirse a una unidad élite del Ejército, a cambio de lo que el oficial describió como "un pequeño apoyo para la gaseosita", refiriéndose a una suma de dinero que supuestamente agilizaría los trámites.
Convencido por la propuesta, el cabo accedió a transferir $1.5 millones de pesos en dos pagos a una cuenta bancaria que le proporcionó el mayor. Sin embargo, a pesar de las múltiples promesas de que el traslado se haría efectivo en diciembre, esto nunca ocurrió. A lo largo de los meses siguientes, el cabo intentó comunicarse con el mayor Gallo en repetidas ocasiones, recibiendo solo excusas y respuestas evasivas sobre supuestos problemas administrativos que retrasaban el traslado.
En su declaración, el cabo también mencionó que otros compañeros han sido víctimas de un esquema similar, en el que se les prometen beneficios o traslados a cambio de dinero. Sin embargo, muchos de ellos optan por no denunciar, ya que temen posibles represalias dentro de la institución.
El caso ha generado preocupación en el ámbito militar y ha puesto en evidencia posibles actos de corrupción y abuso de poder que comprometen la integridad de los procesos internos del Ejército Nacional. La denuncia pública del cabo primero busca no solo reclamar justicia para su caso, sino también exponer una problemática que, según él, afecta a otros militares en su misma situación.