Shocking!99% - or almost the entire world's population breathes air with unhealthy levels of fine particulate matter & nitrogen dioxide, and threatens their health.— World Health Organization (WHO) (@WHO) April 4, 2022
La mayoría de las medidas a las que alude el informe fueron tomadas entre 2010 y 2019, antes de la pandemia del Covid-19, que tuvo un impacto en los transportes y varios sectores económicos e industriales contaminantes.
Shocking!99% - or almost the entire world's population breathes air with unhealthy levels of fine particulate matter & nitrogen dioxide, and threatens their health.— World Health Organization (WHO) (@WHO) April 4, 2022
Para la OMS, las conclusiones del informe revelan la importancia de reducir el uso de combustibles fósiles y la adopción de otras medidas concretas para reducir los niveles de contaminación del aire.
Partículas
"Las actuales preocupaciones energéticas destacan la importancia que reviste la aceleración de la transición hacia sistemas energéticos más limpios y más sanos", subraya Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, en un comunicado.
"Los elevados precios de los combustibles fósiles, la seguridad energética y la urgencia de hacer frente al doble reto sanitario de la contaminación del aire y del cambio climático subrayan la necesidad urgente de progresar más rápidamente hacia un mundo mucho menos dependiente de los combustibles fósiles", indica.
Los datos actualizados de la base de datos sobre la calidad del aire de la OMS introducen por primera vez medidas en el suelo de concentraciones promedio anuales de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante urbano habitual, y un precursor de las partículas y del ozono.
Unas 4.000 localidades de 74 países recolectan datos sobre el dióxido de nitrógeno en el suelo. Solamente un cuarto de los habitantes de estos lugares respiran concentraciones medias anuales de dióxido de nitrógeno conformes a las líneas directoras de la OMS.
El dióxido de nitrógeno se asocia a enfermedades respiratorias, en especial el asma, y genera síntomas respiratorios (como tos, dificultades para respirar, etc) que pueden conducir a hospitalizaciones o a acudir a urgencias.
En los 117 países que vigilan la calidad del aire, la OMS constata que la calidad del aire del 17% de las ciudades con ingresos elevados es inferior a la directrices de la OMS. En los países de ingresos bajos, la calidad del aire en menos del 1% de las ciudades es conforme a los umbrales recomendados por la OMS.
Las partículas son capaces de penetrar profundamente en los pulmones y en la circulación sanguínea, provocando problemas cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorios.
Fuente: LA REPUBLICA