Dos años después del primer positivo de coronavirus en España, la pandemia deja un rastro demoledor en el sector turístico del país, con pérdidas que suman, al menos, 150.000 millones de euros (172.000 millones de dólares) y unos 117 millones de viajeros extranjeros perdidos, aunque las previsiones de 2022 son mejores.
Este no será el año de la recuperación plena, coinciden los agentes del sector, pero sí dará un fuerte impulso a los movimientos turísticos para volver a la normalidad entre 2023 y 2025, según los segmentos de actividad.
Los informes del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre entradas de turistas extranjeros (Frontur) y el gasto que hicieron (Egatur) reflejan que, entre 2020 y 2021, dejaron de llegar a España casi 117 millones de turistas, si se comparan con los registros anteriores.
En gasto, en los dos años de pandemia se dejaron de ingresar en torno a 125.000 millones de euros (143.000 millones de dólares) de los turistas extranjeros, y unos 25.000 millones de euros (29.000 millones de dólares) de los nacionales en viajes interiores.
Para hacer esta comparativa no se han usado los datos de gasto de los españoles en el exterior, aunque una parte sí se hace en España (si se compra un paquete turístico, por ejemplo).
Del mejor al peor año
En 2019 llegaron a España, una potencia turística mundial, 83,5 millones de viajeros internacionales, un récord histórico, mientras que en 2020 apenas fueron 19 millones; y en 2021 entraron 31,13 millones.
En términos económicos, el perjuicio es también muy llamativo. A falta de conocer los datos del año pasado, el turismo representaba 12,4 % del Producto Interior Bruto español antes de la pandemia, para desplomarse a menos de la mitad, el 5,5 % en 2020, según el INE.
Ahora, tras un final de 2021 y un arranque de 2022 incierto, como consecuencia de la fuerte expansión de la variante vírica ómicron, el sector confía en que haya sido sólo un bache en el camino de la recuperación turística.