Brasil amaneció de luto. Petrópolis, conocida como “la ciudad imperial”, quedó destrozada por las lluvias que han dejado más de un centenar de muertos, miles de personas sin hogar y un número aún desconocido de desaparecidos, que amenaza con elevar la cifra de víctimas.
La catástrofe se repite once años después de que un temporal segara la vida de más de 900 personas en esa región serrana del país.
Petrópolis, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, llegó a acumular 259 milímetros de lluvia en seis horas durante la tarde y noche del martes, lo que provocó deslizamientos de tierra en varias zonas de la ciudad, especialmente en el Alto de la Sierra, una zona residencial.
Según el último balance, al menos 104 personas han muerto por la tragedia, entre ellos ocho niños, y otras 24 han sido rescatadas con vida, mientras que 372 están desalojadas tras perder sus viviendas.
Debido a que todavía se desconoce el número de desaparecidos y por las condiciones en las que se encuentra el municipio, que suma 269 deslizamientos, se espera que la cantidad de fallecidos suba.
Pese a la situación, mucha gente se rehúsa a abandonar sus hogares, una problemática que no han podido controlar las autoridades.
“Infelizmente hoy hay personas que se resisten a dejar sus casas”, dijo en una rueda de prensa el Gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, quien indicó que las autoridades están analizando como abordar esa problemática.
Además de tres días de luto por las víctimas fatales que dejó el temporal, la Alcaldía de Petrópolis declaró el estado de calamidad pública con el fin de atender a las víctimas y facilitar los trabajos de rescate.
“Vivimos un momento de mucha tristeza con la cantidad de víctimas fatales, que aún pueden aumentar, y la cantidad de hechos que impactan drásticamente a nuestra ciudad”, destacó por su parte el alcalde de Petrópolis, Rubens Bomtempo.