El juez 59 penal con función de control de garantías de Bogotá envió a la cárcel a Carolina Galván, investigada por la desaparición de su hija Sara Sofía, en hechos ocurridos el 28 de enero en el sur de Bogotá.
El funcionario judicial tomó la decisión, tras considerar que la mujer representa un peligro para la sociedad, específicamente para la víctima, que en este caso es su propia hija.
Explicó que Carolina Galván podría seguir obstruyendo a la justicia, teniendo en cuenta que no ha revelado su verdadero paradero y que además existe un alto riesgo de fuga, por lo que impuso una medida de aseguramiento privativa de la libertad en establecimiento carcelario.
Señaló además que Carolina Galván no protegió a su hija ni garantizó la seguridad de la menor y recordó que "desde el 18 de enero empezó su ocultamiento, lo que permite establecer que ya en esos momentos no se estaba dando información de su paradero y se había sustraído de su hogar", mencionó.
También dijo que desde el 27 de enero se consumó el delito de desaparición forzada agravada, porque ya no se quiso suministrar información sobre su paradero y, por ende, no se da esa condición de víctima de trata de personas y de inducción a la prostitución que alega la defensa de Galván, por parte de Nilson Díaz.
"Los elementos materiales probatorios permiten advertir cómo vivió la menor a partir del lunes 18 de enero, la niña no lloraba, la niña no comía, la niña no quería caminar, prácticamente la niña no hacía nada (...), Carolina era consciente que la niña no quería nada y que le era difícil acostumbrarse a ella", dijo el juez.
En ese sentido, el juez afirmó que "la menor a partir de ese 18 de enero era objeto de maltratos, no solo de Carolina Galván sino de Nilson Díaz, le pegaban cachetadas con frecuencia, la niña almacenaba su comida y no tragaba y eso generaba disgustos en Galván, que la maltrataba".
Agregó que "Galván no le cambiaba el pañal, no le daba de comer (...), la niña lloraba mucho, le pegaban con una correa sin pañales en la cola, le dejaba moradas las piernas, la golpeaban en la cabeza".
Varios niños que residían en la vivienda en la que se quedaba Carolina Galván manifestaron que Sara Sofía era golpeada también por Nilson Díaz y que siempre pedía volver a su hogar, con su tía Xiomara.
"La niña decía que se quería ir con su abuelita y Galván la tiró contra la pared y dijeron que la niña gritaba y le salía mucha sangre", destacó el juez de uno de los testimonios de los menores que jugaban con la menor.
"Desde el 18 de enero, la menor Sara Sofía Galván fue maltratada física y psíquicamente por Carolina Galván y Nilson Díaz y además deseaba volver insistentemente a la casa en la que ella residía con su tía y con la señora Ana", dijo el juez.
También se conoció que la madre de la niña se camuflaba con diferentes prendas de vestir para evitar que las autoridades que la encontraran y pudieran restablecer los derechos de la pequeña Sara Sofía.