Los ciclistas y motociclistas son las principales víctimas fatales de los accidentes de tránsito, debido a su vulnerabilidad en la vía a la hora de enfrentarse a otros vehículos; cuando se presentan estos hechos, tiende a surgir una hipótesis generalizada en la que se dice que "se lo tragó la llanta" o "lo chupó la llanta".
Estos términos son muy usados para describir el efecto que podría estarse presentando en los accidentes de tránsito que involucran, especialmente, vehículos de carga pesada con una moto o cicla.
Pues, según se dice, la presión que se generar en las llantas de vehículos grandes es una especie de succión que termina absorbiendo a la persona que vaya al lado en un vehículo menor (moto o cicla), ya que este no lleva algún tipo de protección.
Precisamente esta es una de las hipótesis que se ha dicho frente al lamentable hecho del domingo en que perdió la vida el niño Julián Gómez, un ciclista que soñaba con seguir los pasos de su ídolo Egan Bernal.
Estos hechos e hipótesis despertaron la atención de expertos que han analizado la posibilidad de que exista este efecto, el cual sería poco evitable en las vías. Al respecto, un docente cartagenero explicó lo que ocurre.
Lo primero que se ha determinado es que este efecto sí existe y es conocido entre científicos como el efecto Venturi, en alusión a su descubridor Giovanni Battista Venturi. Sobre esto se dice que son corrientes de aire generadas por la estructura de vehículos grandes en momentos de alta velocidad.
Este efecto fue explicado y confirmado por el docente de física y director del Instituto de Matemática aplicada de la Universidad de Cartagena, Javier Montoya Martínez, quien, según cita el diario El Universal de Cartagena, Venturi es poco conocido e ignorado por agentes viales y peatones, pese a que representa uno de los mayores peligros en las vías.
“Cuando un motociclista, peatón o ciclista pasa al lado de una tractomula u otro vehículo de carga pesada, la diferencia de presión puede ocasionar que se genere una succión hacia el vehículo pesado, generando así la pérdida de estabilidad en los conductores", explicó el docente.
Agregó que este efecto "puede desencadenar en que la persona termine bajo las llantas del vehículo. Todo esto depende en gran medida de la velocidad y la distancia entre ellos”.
Al respecto, varios expertos coinciden en que este efecto Venturi es poco evitable y que la única manera de prevenirlo es con la distancia entre actores viales, pues entre más lejos se esté del vehículo grande, es menor la presión y fuerza de succión que llega de las llantas y que es la que termina absorbiendo a las personas.
Este tema toma relevancia tras la reciente muerte de Julián Gómez este domingo, cuando fue accidentado por un tractocamión en el kilómetro 17+700, sector de Manas, en el departamento de Cundinamarca.
La muerte del niño se suma a la lamentable cifra en Colombia que reporta 226 ciclistas muertos en las vías del país, en lo que va corrido de este año.