Villavicencio, Meta — El Gobierno nacional, a través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), presentó un plan de acción para atender los sectores más vulnerables de la vía Bogotá–Villavicencio, corredor estratégico para la conexión entre el centro y el oriente del país. La hoja de ruta busca garantizar movilidad segura y permanente, especialmente en los tramos que registran afectaciones recurrentes.El plan fue anunciado en articulación con la Contraloría General de la República, como parte de un esfuerzo conjunto por avanzar hacia soluciones definitivas para la inestabilidad geológica del corredor.
Dos fases de intervención
La estrategia diseñada por la ANI contempla intervenciones inmediatas y obras de largo alcance:
- Mitigación a corto plazo: Se invertirán $9.177 millones en acciones urgentes en el kilómetro 18, uno de los puntos con mayor inestabilidad.
- Soluciones estructurales a largo plazo: Para 2026 se tiene proyectada una inversión de $100.000 millones, que incluirá la construcción del nuevo puente Naranjal y trabajos de estabilización permanente en el K18.
La vicepresidencia de Estructuración de la entidad adelanta los estudios técnicos, jurídicos y financieros que permitirán consolidar una propuesta integral, con miras a un futuro contrato bajo el modelo de Asociación Público-Privada (APP), que garantice la operación y mantenimiento de una vía más segura.
Con este plan, la ANI reiteró su compromiso con los usuarios, al implementar medidas inmediatas para atender las emergencias actuales y avanzar hacia una infraestructura que impulse la conectividad y el desarrollo económico regional.
Redaccion: Lumacastereo
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