El ganado en Colombia transita por múltiples predios, lo que dificulta rastrear su origen. A menudo, animales de áreas deforestadas se mezclan con otros en ferias y subastas, perdiendo así su trazabilidad. Aunque el sector cuenta con mecanismos enfocados en aspectos sanitarios, estos no abordan la sostenibilidad ambiental, y la falta de datos públicos impide la fiscalización ciudadana.
Además, la expansión ganadera ha crecido rápidamente, coincidiendo con un aumento en la deforestación en municipios cercanos a la frontera agrícola. A pesar de esto, iniciativas legislativas para frenar la deforestación han sido archivadas, reflejando una falta de voluntad política para regular al sector.
En el contexto global, Colombia enfrenta presiones para competir como exportador de carne, pero el país también tiene la oportunidad de liderar con mecanismos más sólidos que promuevan prácticas sostenibles y protejan sus bosques. La trazabilidad transparente y un enfoque regulatorio integral podrían ser claves para reconciliar el crecimiento ganadero con la conservación ambiental y la lucha contra el cambio climático.