De estas especies, 51 están catalogadas como En Peligro Crítico (CR), lo que significa que quedan muy pocos ejemplares en el medio silvestre y existe un alto riesgo de que desaparezcan en un plazo de aproximadamente 10 años. Entre ellas, se destacan el caimán llanero, la rana saltona de Villavicencio y el cóndor de los Andes.
Por otro lado, 107 especies están en la categoría de En Peligro (EN), lo que implica un riesgo de extinción de al menos el 20 % dentro de los próximos 20 años. Entre estas se encuentran el delfín rosado, la nutria gigante y la tortuga terecay. Además, 159 especies se encuentran catalogadas como Vulnerables (VU), como el oso palmero, el águila arpía y el oso de anteojos, que corren el riesgo de ser clasificadas en peligro de extinción si no se toman acciones de conservación a corto plazo.
Ante este panorama, Cormacarena ha priorizado la protección de 10 especies amenazadas en el territorio y ha establecido convenios de cooperación para ejecutar proyectos de investigación, planes de conservación, monitoreo mediante cámaras trampa y actividades de rescate, rehabilitación, liberación y/o reubicación de especies de fauna silvestre catalogadas en algún grado de amenaza. Estas acciones buscan garantizar su supervivencia en los ecosistemas del Meta.
En este sentido, la corporación invita a la comunidad en general, a las instituciones y a entidades privadas, a involucrarse en el cuidado y la preservación de estas especies, pues su existencia es vital para el desarrollo y la conservación de los ecosistemas.
por : Cormacarena