MEDIO AMBIENTE
El mandatario aseguró que la crisis del agua debe ser analizada en una mesa técnica con alcaldes de la Sabana, el alcalde de Bogotá y la Gobernación de Cundinamarca.
El presidente Gustavo Petro destacó que el país pudo superar el momento de mayores temperaturas en la historia de la humanidad, “sin un minuto de racionamiento eléctrico”.
Durante su intervención en el Gobierno con los Barrios Populares, que se desarrolló en el municipio de Soacha, Cundinamarca, el mandatario dijo que la crisis del agua se extenderá por varios meses más.
“Hoy tenemos una crisis de difícil solución: mientras Colombia ha superado la crisis de la sequía sin un minuto de racionamiento eléctrico, así pregonara la extrema derecha y la prensa politizada que íbamos a fracasar, y aplaudían que íbamos a producir un racionamiento como el de César Gaviria (en 1992), pues no hubo ni un minuto de racionamiento”, afirmó el jefe de Estado.
El presidente agregó que para lograrlo “actuamos eficazmente con las autoridades locales y nacionales, así que la población colombiana pudo sobrepasar el momento de mayores temperaturas de la historia de la humanidad aquí, y el de menores niveles de los embalses en todo el país, sin un minuto de racionamiento eléctrico”, insistió.
Dijo que la crisis del agua en Bogotá obedece al mal uso del suelo de la Sabana, que ha estado enfocado en un solo criterio: la construcción masiva, “un negocio de especulación inmobiliario”, aseguró.
“Es un negocio tan desfasado que ha acabado con municipios como Chía, como Soacha, como Cajicá, porque los problemas se van agrandando en salud, en educación, y no alcanzan los presupuestos para resolver el problema más grave: el agua”, sostuvo.
Explicó que la escasez del agua de la Sabana de Bogotá “muestra la derrota de un modelo de desarrollo de la urbanización sin límites”, que atribuyó al exalcalde Enrique Peñalosa “la idea de que el modelo de La Florida, en Estados Unidos, se podía construir en la Sabana de Bogotá, sin contar con el agua”.
Según dijo, es un modelo que no se puede desarrollar en la Sabana de Bogotá, donde la crisis del agua va a durar meses, porque no se pueden restituir los niveles de agua de Chingaza mientras el consumo de agua sea mayor a los niveles de entrada del líquido.
La crisis de suministro del líquido se produce por dos razones de negocio, sostuvo el mandatario: uno, el crecimiento inmobiliario especulativo en los municipios de la Sabana. Y, dos, los negocios para tumbar la selva amazónica.
“Al tumbar la selva amazónica no llegan al páramo los vapores de agua, llamados ríos voladores. Y al aumentar la demanda ilimitada de agua potable en la Sabana de Bogotá nos encontramos con que los embalses se quedaron sin agua”, indicó.
Para superar la crisis, agregó, se necesitan meses en los que el consumo de agua sea menor que el nivel de ingreso. “Lo que se puso en riesgo fue la vida misma de las personas que habitan en la Sabana de Bogotá”, señaló para recordar por qué en su momento, como congresista, se opuso a la integración regional con Soacha.
“Por eso era necesaria la autonomía municipal, la capacidad de decidir de sus poblaciones, para lograr un equilibrio entre humanidad y naturaleza y no poner la región al servicio de unos negociantes del suelo, los dueños y propietarios de buses; por eso voté en contra, pero fui derrotado”, recordó.
El mandatario dijo que “ya está hecho el daño” por el mal uso del suelo y consumo excesivo de agua, pero advirtió que a pesar de las diferencias es necesario “sentarnos en una mesa de alcaldes (de municipios de la Sabana), con el Alcalde de Bogotá y la Gobernación de Cundinamarca, para dictaminar la política pública de los próximos meses, porque la crisis del agua no se supera en días”.
Incluso, dijo que hay varias ideas en curso, como la recuperación del río Bogotá, “que se nos convirtió en un imperativo categórico”, y rechazó la posibilidad de pensar en crear Chingaza 2, “como propone el mismo que propuso el desastre de la Sabana de Bogotá”.
El jefe de Estado concluyó que “no es con la muerte de otra región como vamos a solucionar la crisis de esta región. Para eso tenemos que reacomodar las zonas industriales, limitar la urbanización y las zonas mineras”.