Si bien la carne de res tuvo un aumento en su precio de cerca de 31% durante 2021 y en lo corrido del año a febrero ya ha subido 4%, esto coincidió con incrementos similares en la carne de pollo y cerdo, consideradas como sus bienes sustitutos.
Tras una caída durante los primeros meses de la pandemia, la producción y consumo de carne de res se mantuvieron constantes en 2021. Es por esta razón que el aumento sustancial de los precios se debe a choques negativos de oferta y choques positivos de demanda.
Entre los factores que afectaron negativamente la oferta de se encuentra el aumento de los precios de insumos importados, como las sales minerales que complementan la alimentación del ganado.
Sin embargo, este efecto fue mucho menor que el sufrido por la industria de pollo y cerdo que depende directamente de alimentos importados.
En cuanto a la demanda, en 2021 el mercado de carne bovina estuvo impactado por el fuerte consumo agregado de la economía, el cual creció 14,1%. Adicionalmente, tras la recuperación del estatus libre de aftosa de Colombia, se espera que crezca significativamente.
Aunque para el primer ciclo de 2022 Fedegan mostró incrementos cercanos al 4% en el inventario bovino, se espera que el efecto de los choques descritos persistan en el corto plazo.
Fuente: El COLOMBIANO