La historia del presidente de Haiti, Jovenel Moise, asesinado por un grupo de mercenarios en Puerto Príncipe dio un giro la noche del jueves cuando el ministro de Defensa, Diego Molano, y el comandante del Ejército Enrique Zapateiro le anunciaron al país que tenían información sobre la participación de dos suboficiales del Ejército retirados y cuatro soldados más en el asesinato.
La Interpol les pidió información a la Policía y a las autoridades colombianas sobre los nombres exactos de estos exsoldados para recabar pistas y llegar a los determinadores. Uno de los nombres más connotados hasta ahora es el del soldado Manuel Antonio Grosso Guarín, porque a través de su perfil de Facebook se evidenció su pertenencia al Ejército y una serie de fotografías en junio de este año en algunos lugares turísticos de República Dominicana.
La FM habló con varias fuentes que lo conocieron y explicaron que la última conversación del soldado Grosso fue el 05 de junio desde Punta Cana. Grosso es soldado profesional con cursos de lancero, paracaidista, contra guerrilla y fuerzas especiales. Tiene más de 18 años de experiencia en el Ejército y pidió el retiro en 2018 luego de cumplir labores en Tolemaida .
Según los testimonios a los que accedió La FM en calidad de anonimato, estos soldados fueron convocados por una empresa en un grupo de WhatsApp en el que había 50 personas, todas con experiencia en el Ejército y en operaciones especiales de alto nivel.
La convocatoria fue hecha para lo que se conoce como un proyecto militar que es algo común entre retirados del Ejército, pero no se trata de misiones ilegales como mercenarios para asesinar a personas mucho menos a presidentes.
Estos proyectos son comunes hacia países como Dubai o algunos en el África y son contratados por ejércitos oficiales para apoyar operaciones legales. Las convocatorias se hacen en países con soldados experimentados como Colombia a través de intermediarios. Según las fuentes consultadas por La FM, en este caso los soldados convocados no sabían que se trataba de una operación como mercenarios para asesinar a un jefe de Estado.
Esta emisora conoció un audio en el que el soldado Grosso, hoy capturado en Puerto Príncipe, se comunicó por WhatsApp en junio con una persona desde Punta Cana. Luego de esa fecha no se volvió a saber nada de él hasta que se conoció la noticia de los capturados implicados en el crimen.
Las autoridades ya tienen identificados a los miembros del grupo de WhatsApp a quienes están buscando para conseguir más información de los intermediarios que hicieron la convocatoria. Todos los miembros del chat son soldados expertos y entrenados en el más alto nivel. Pero las fuentes coinciden en que ninguno sabía que se trataba de una labor ilegal como mercenarios para asesinar a un presidente.