Bautizada de antemano como 'The Line' ('La Línea', en inglés), la ciudad se ubicará en el noroeste del país y será parte del megaproyecto NEOM. Tendrá una superficie de 170 kilómetros cuadrados y todas sus comunicaciones estarán bajo el suelo. Se prevé que será dotada con un tren metropolitano, combinado con una red subterránea de caminos para coches autopiloteados. En la superficie solo podrán desplazarse peatones, lo que haría innecesarios elementos arquitectónicos como las calles.
El uso de medios de transporte de energía limpia ayudará a reducir radicalmente el impacto ambiental de la ciudad. The Line "preservará el 95 % de las áreas naturales en NEOM, con cero automóviles, cero calles y cero emisiones de carbono", aseveró el príncipe.A pesar de su insólita concepción, la ciudad será mucho más accesible para un habitante que las metrópolis de hoy. Según un comunicado de los proyectistas, "todos los servicios diarios esenciales, como escuelas, centros médicos, instalaciones de ocio, así como espacios verdes, estarán a cinco minutos a pie". A su vez, el viaje más distante posible, de un extremo de la ciudad al otro, no durará más de 20 minutos, gracias a la alta velocidad de trenes subterráneos.