La decisión ha sido ya comunicada a las autoridades de Londres, explicó en las redes sociales el jefe de la diplomacia italiana.
"Como Gobierno tenemos el deber de proteger a los italianos y por esa razón, tras haber avisado al Gobierno inglés, estamos a punto de firmar una medida con el ministro de Sanidad para suspender los vuelos con Gran Bretaña", explicó Di Maio.
Y agregó: "Nuestra prioridad es proteger Italia y a nuestros connacionales".
La decisión de Italia llega después de que el Gobierno británico haya confirmado la aparición de una nueva variante del coronavirus que ha obligado a establecer duras medidas restrictivas dado el alarmante incremento de casos de COVID-19.
Los científicos han asegurado que la nueva cepa acelera hasta en un 70 % más la transmisión del virus.
Italia sigue manteniendo cifras altas de contagios y ayer se confirmó que en las últimas veinticuatro horas habían contraído el virus 16.308 personas y 553 habían perdido la vida, aumentando a 68.447 el balance de víctimas mortales desde el pasado febrero.
Dado que la curva epidemiológica no ha bajado como se esperaba tras las restricciones aprobadas el pasado 3 de diciembre, el Gobierno de Italia ha decidido confinar a la población en los días festivos y sus vísperas en Navidad.
Así, los días 24, 25, 26, 27 y 31 de diciembre y el 1, 2, 3, 5 y 6 de enero no se podrá salir de casa salvo por comprobadas necesidades de trabajo, urgencia o salud, y quedarán prohibidos los desplazamientos entre las distintas regiones.