Su abogado personal y portavoz de esta cruzada, Rudy Giuliani, repitió durante una rueda de prensa surrealista los agravios del presidente saliente, que se niega a reconocer su derrota.
A nivel nacional, el ex vicepresidente demócrata ganó por casi 80 millones de votos las elecciones del 3 de noviembre, frente a poco menos de 74 millones del multimillonario republicano.
Pero en Estados Unidos, el presidente es elegido por un colegio electoral en el que cada estado tiene atribuido cierto número de votos, y en algunos, Biden venció por muy poco margen.
En Georgia, por el momento, Biden le lleva solo 14.000 votos de ventaja a Trump, una diferencia tan estrecha que obligó a un recuento manual. Se espera que las autoridades locales publiquen sus conclusiones esta jornada.
"Por lo que vemos, el presidente Trump parece estar un poco rezagado", con unos 12.000 votos menos, dijo Gabriel Sterling, uno de los funcionarios republicanos a cargo de supervisar las operaciones electorales, entrevistado en Fox News.
Sin esperar el resultado oficial, Trump, que denuncia elecciones "amañadas", renovó sus críticas al operativo electoral en este estado sureño. En una serie de tuits matutinos, se explayó sobre el hallazgo de casi 6.000 papeletas en dos condados con mayoría republicana.
Algunos habían sido contados pero no cargados al sistema, los otros parecen haber sido olvidados en una caja, según las autoridades locales, que atribuyeron los problemas a errores humanos.
"Eso creó confusión y entendemos que la gente esté preocupada", pero "la buena noticia es que el recuento ha cumplido su propósito" al corregir estos errores, dijo Sterling.
"Esperemos que el presidente Trump acepte el resultado", agregó, lamentando que "el cuestionamiento" de la elección "socave los cimientos de la democracia". Si Biden es confirmado como ganador de Georgia, sería el primer candidato presidencial demócrata en ganar en este estado en casi tres décadas.
Pero si la diferencia se mantiene por debajo del 0,5 %, Trump aún podrá exigir un nuevo conteo en este estado, que concita toda la atención porque el control del Senado se jugará allí el 5 de enero en dos elecciones senatoriales.
Más allá de Georgia, el presidente y sus aliados han presentado una serie de apelaciones en Pensilvania, Michigan, Arizona y Nevada.
Algunas han sido rechazadas por los tribunales, otras retiradas por los interesados, pero Giuliani está luchando por mantener vivas las que quedan. Esta semana, el exalcalde de Nueva York declaró ante un juez federal sin aportar elementos materiales.
El jueves, en una rueda de prensa muy inconexa, elaboró varias teorías conspirativas, con referencias a Venezuela y al filántropo George Soros por supuestamente haber participado en un fraude organizado según él por "líderes demócratas" con la complicidad del propio Biden.
"Nos vamos a convertir en Venezuela. No podemos permitir que esto nos suceda. No podemos permitir que estos delincuentes, porque eso es lo que son, le roben la elección al pueblo estadounidense", afirmó Giuliani, en alusión a las máquinas de votación utilizadas.
Otra controversia surgió en Michigan después de que una integrante republicana de la junta de escrutinio, que se había negado a certificar el resultado de las elecciones en un condado fuertemente demócrata y luego revirtió su decisión, contó el jueves que Trump la había llamado.
"Recibí una llamada del presidente Trump el martes por la noche, después de la reunión", contó al diario The Washington Post. "Quería asegurarse de que yo estaba bien", agregó, señalando que no se sintió presionada para cambiar su voto.
Trump no tenía ningún evento el jueves en su agenda oficial. Biden, mientras tanto, continúa preparándose para su ingreso a la Casa Blanca, programado para el 20 de enero. Esta jornada tenía previsto reunirse con los gobernadores para discutir la respuesta a la pandemia del covid-19, que se ha cobrado más de 250.000 vidas en Estados Unidos.