
Las langostas están poniendo en jaque las cosechas y el acceso a los alimentos de decenas de países en un momento en que su control es todavía más difícil al juntarse con la crisis del coronavirus. "La crisis es enorme, porque el covid-19 ha hecho que estos países estén empobrecidos por la falta de importaciones de sus productos y ahora se suma que la langosta se come lo que están produciendo", asegura Máximo Torero, economista jefe de FAO.
Vuelan casi 100 kilómetros al día y arrasan en un día cosechas que podrían dar de comer a 35.000 personas. Y si las condiciones ambientales les siguen acompañando, cuando arrasen con el este de África, se trasladarán hacia el oeste, donde se calcula que puedan llegar hasta Senegal o Mauritania este mismo julio.
Las razones de esta plaga y más, en el vídeo explicativo sobre estas líneas.