
En el último mes, el valor de capitalización de acciones en Estados Unidos y Europa, acumula pérdidas superiores a los 22 billones de dólares
La pandemia del coronavirus continúa extendiéndose; ya alcanza a 134 países, con casi 140 mil casos confirmados y más de 5.100 muertes. Esta situación es el resultado de dos tendencias contrapuestas: mientras que en China el número de nuevos casos va disminuyendo, en Europa, Estados Unidos e Irán se observa un gran crecimiento de los mismos.
En una columna reciente describí como esta crisis de salud pública tiene impactos directos e indirectos sobre la economía. Los primeros relacionados con el cierre de fábricas y negocios, y las restricciones a la movilidad de personas y de mercancías. Mientras que los indirectos están asociadas a las pérdidas patrimoniales por la caída en el precio de los principales activos, originadas en el temor y la pérdida de confianza
En un informe de la OECD del 2 de marzo se estimaba que, por la crisis, el crecimiento mundial sería medio punto inferior al estimado originalmente, ubicando el mismo en 2,4%. Si bien China lideraba el ajuste, creciendo 4,9% en vez del 6,1% original, para Europa se proyectaba una desaceleración de solo 0,4%, creciendo aún 0,8%.