
Gloria Ortiz, presidenta del tribunal, revela el nacimiento de la herramienta Prometea.
La tutela, o derecho de amparo, la más popular innovación creada por la Constitución del 91, y que ha sido un instrumento intocable, por el inmenso apoyo nacional que mantiene, tendrá a partir del mes próximo una histórica herramienta de fortalecimiento y purificación total del proceso de selección en la Corte Constitucional.
La presidenta de la Corte, la magistrada Gloria Ortiz, miembro del alto tribunal desde hace 6 años, se retira de la presidencia la próxima semana, y la sucederá, según la tradición, el actual vicepresidente, el magistrado Alberto Rojas Ríos. Y al hacerlo, Ortiz aceptó conceder esta entrevista con el propósito inicial de hacer un balance de su gestión de un año al frente de la corporación. Pero aprovechó el diálogo para revelar la gran trasformación que se avecina al proceso de selección de tutelas.
La sistematización del proceso, su digitalización, “parte en dos la historia de la tutela”, según su propia definición. Un “ser” de inteligencia artificial tendrá a su cargo la revolución. Se llama Prometea. La magistrada inicia su diálogo: “El pasado fue un año intenso de trabajo que produjo buenos resultados”.
La sistematización del proceso, su digitalización, “parte en dos la historia de la tutela”, según su propia definición. Un “ser” de inteligencia artificial tendrá a su cargo la revolución. Se llama Prometea. La magistrada inicia su diálogo: “El pasado fue un año intenso de trabajo que produjo buenos resultados”.