Una tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 de Pfizer tiene una eficacia de 95,6 % contra las formas sintomáticas de la enfermedad, según un estudio elaborado por los dos laboratorios y publicado este jueves.
El ensayo clínico de fase 3, realizado en "10.000 personas de más de 16 años", muestra "una eficacia relativa de 95,6%" y "un perfil de seguridad favorable", según un comunicado.
"Estos son los primeros resultados de la eficacia de un ensayo aleatorio para un refuerzo de la vacuna COVID-19", señalaron ambas compañías. Este estudio se llevó a cabo mientras "la variante Delta era la principal cepa" circulando durante este período.
"Estos resultados demuestran una vez más la utilidad de los refuerzos en nuestro esfuerzo por proteger a la población contra esta enfermedad", señaló Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, citado en la nota.
La media de edad de los participantes ronda los 53 años. Estos resultados serán presentados ante las autoridades reguladoras "lo antes posible", agregó el comunicado.
En Estados Unidos, expertos de la Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA) llevan recomendando una tercera dosis de Pfizer/BioNTech desde finales de septiembre para determinadas categorías de personas en riesgo, como las mayores de 65 años.
"Los datos disponibles sugieren una disminución de la inmunidad en algunos sectores de la población completamente vacunados", justificó recientemente la jefa en funciones de la FDA, Janet Woodcock.
En Europa, la Agencia de Medicamentos (EMA) aprobó a principios de octubre una tercera dosis de Pfizer/BioNTech para personas mayores de 18 años, dejando a los propios Estados miembros que elijan de manera más precisa a qué segmentos se les inoculará.
Por ejemplo, Francia ha comenzado a administrar esta dosis de refuerzo a ciertas categorías de la población: los más mayores de 65 años (seis meses después de la vacunación) y las personas con el sistema inmunológico debilitado.
Otros gobiernos han ido más allá: en Israel, la tercera dosis está disponible a partir de los 12 años, cinco meses después de la vacunación.
Sin embargo, el tema de la tercera dosis ha avivado el problema de las desigualdades entre países ricos y pobres, mientras que el acceso a la primera dosis de vacuna sigue siendo muy limitado en ciertas regiones del mundo, particularmente en África, sobre todo porque dos dosis también protegen muy eficazmente contra formas graves de la enfermedad.