La canciller alemana Angela Merkel comenzó a recorrer este domingo zonas devastadas por las peores inundaciones "del siglo" en Europa Occidental, que han dejado al menos 183 muertos en su país y Bélgica y decenas de desaparecidos, además de daños considerables.
Con rostro serio, Merkel llegó poco antes de las 13H00 locales (11H00 GMT) a la localidad de Schuld, en el estado de Renania-Palatinado, uno de los dos más golpeados en el oeste de Alemania, donde la crecida del río Ahr arrasó casas y dejó las calles llenas de escombros, según imágenes de la televisión.
La canciller alemana, que se encontraba en Washington en el momento de las mortíferas crecidas que tuvieron lugar durante la noche del miércoles al jueves, tiene previsto hablar a las 14H40 locales (12H40 GMT).
Al menos 156 personas han muerto desde el miércoles en las peores inundaciones de memoria reciente en Alemania, y otras 27 murieron en Bélgica.
Equipos de rescate de ambos países buscan sobrevivientes entre los escombros, en condiciones peligrosas.
Las lluvias extremas también golpearon a Suiza, Luxemburgo y Holanda.
El papa Francisco manifestó este domingo su "solidaridad" con las poblaciones afectadas.
Las aguas comenzaron a bajar en Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia (RNW), y la preocupación se volcó a la región sureña de Alta Bavaria, donde las fuertes lluvias inundaron sótanos y provocaron crecidas de ríos y quebradas la noche del sábado.
Una persona murió en la comarca de Berchtesgadener Land, dijo a AFP una portavoz del distrito bávaro.
En Austria, trabajadores de emergencia en las regiones de Salzburgo y Tirol se mantenían en alerta de inundaciones. La localidad histórica de Hallein, cerca de la frontera con Alemania, estaba cubierta de agua.
Merkel calificó las inundaciones como una "tragedia" y prometió apoyo del gobierno para los municipios alemanes afectados.
El gobierno alemán dijo que pretende crear un fondo especial para atender los daños, cuyo costo podría alcanzar miles de millones de dólares.
Risa inoportuna
El desastre tuvo fuertes matices políticos en Alemania, que celebra elecciones generales el 26 de setiembre, marcando el fin de los 16 años de Merkel en el poder.
Expertos dicen que el calentamiento global hace que los eventos climáticos extremos se vuelven más frecuentes, y los candidatos que buscan suceder a Merkel llaman a tomar más acciones climáticas.
Armin Laschet, jefe de gobierno del golpeado estado de Renania del Norte-Westfalia y favorito en la contienda de canciller, pidió acelerar la lucha contra el cambio climático.
Pero Laschet, líder del partido de Merkel que encabeza las encuestas, se vio mal el sábado cuando lo grabaron mientras se reía en la devastada localidad de Erftstadt, donde las inundaciones provocaron un terraplén.
En las imágenes, Laschet se vio conversando y riendo en el fondo mientras el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, expresaba su dolor a las familias afectadas.
"Laschet ríe mientras el país llora" publicó el diario Bild.
El dirigente se disculpó posteriormente en Twitter por el momento "inapropiado".
Buceadores y vehículos blindados
Más de 300 personas seguían desaparecidas el sábado por la noche solamente en el cantón que rodea a la ciudad de Bonn (Renania del Norte-Westfalia), donde viven cerca de 600.000 habitantes.
Las dimensiones del impacto de la inundación se fueron aclarando gradualmente en Alemania, al evaluar los daños en edificios, algunos de los cuales serán demolidos, y avanzar los esfuerzos por restablecer los servicios de gas, electricidad y teléfono.
En algunas zonas, los soldados usaron vehículos blindados para despejar los escombros de las calles.
En RNW se usaron buceadores para buscar casas y vehículos sumergidos.
Rover Lewentz, ministro del Interior de Renania-Palatinado, dijo que más de 670 personas resultaron heridas en el estado.
"He vivido aquí toda mi vida, nací aquí y nunca vi nada igual", declaró Gregor Degen, panadero en la devastada localidad de Bad Neuenahr Ahrweiler, cerca de Schuld.
Al otro lado de la frontera, en Bélgica, la cifra de muertos subió a 27 con varias personas aún desaparecidas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro Alexander de Croo, visitaron el sábado las áreas inundadas de Rochefort y Pepinster, en Bélgica.
"Europa está con ustedes, tuiteó Von der Leyen tras la visita. "Los acompañamos en su dolor y estaremos con ustedes en la reconstrucción".
Bélgica declaró el martes un día oficial de duelo.