Las autoridades de la provincia de Xinjiang, según un informe de Associated Press (AP), han utilizado métodos poco ortodoxos durante la pandemia.
Aunque su
efectividad para neutralizar la enfermedad respiratoria no se ha
comprobado, los residentes de esa región son obligados a consumir una
tradicional medicina, llamada Qingfei Paidu, indicó la agencia de
noticias.
El informativo,
igualmente, señaló que este remedio contiene varios ingredientes que están
actualmente prohibidos en varios países de Europa y América debido a
sus altos niveles de toxinas cancerígenas.
“Fue escalofriante.
Mis manos estaban arruinadas y mi piel se estaba pelando”, manifestó en este
mismo medio una mujer uigur (grupo étnico del noroeste de China),
quien fue obligada a beber la medicina.
La ciudadana
asiática, que no quiso ser identificada, también aseguró que durante el pico de
la pandemia fue recluida en un centro de detención, donde la obligaban
a desnudarse una vez por semana mientras desinfectaban las habitaciones.
Debido do a que en los últimos meses se han reportado
cerca de 800 contagios, el gobierno de Xinjiang ha vuelto a imponer
drásticas medidas para evitar que el coronavirus se propague
dentro de su territorio, agregó AP.
Un comerciante,
que tampoco entregó su nombre, afirmó en la agencia de noticias que las
autoridades de esa región no lo dejan salir de su domicilio desde julio
pasado, pese a que ha dado negativo en cinco pruebas del COVID-19.
“Lo más terrible
es el silencio. Estoy escribiendo mis sentimientos para asegurarme de que
todavía existo. Me temo que el mundo me olvidará. Me estoy desmoronando”,
expresó el hombre, quien también fue obligado a tomar el tradicional remedio.
Associated Press,
por último, informó que el gobierno de Xinjiang flexibilizó la semana pasada
algunas restricciones después de recibir fuertes críticas de varias
organizaciones internacionales.