
Esta semana, el Gobierno dio a conocer los protocolos para la reactivación de los vuelos nacionales, con la autorización previa de los alcaldes de las ciudades conectadas. Uso obligatorio de tapabocas, distancia física, limitaciones de equipaje, check-in electrónico, entre otras, son las nuevas exigencias para los pasajeros en aviones y aeropuertos. (De interés: Así será la ‘nueva normalidad’ en los vuelos)
Aunque no hay una fecha para el reinicio de operaciones, las aerolíneas se venían preparando con antelación y puede decirse que están listas para que sus aviones alcen vuelo después de permanecer por más de tres meses en tierra.
Justamente ese tiempo parados es una de las preocupaciones de los pasajeros. ¿Están listos para volar? ¿Cómo es su preparación y mantenimiento? ¿Por qué no es necesaria la distancia física dentro de una aeronave? Estas inquietudes y otras acerca de unos aparatos que no se hicieron para estar en tierra, nos las respondió José Luis Quirós, vicepresidente de Ingeniería y Mantenimiento de Avianca Holding.
“Es cierto, y además es una realidad que, como muchas otras máquinas, incluyendo al ser humano, (los aviones) se conservan mejor cuando funcionan que cuando no funcionan”, dice Quirós en el despegue de este artículo. (Lea también: Viva Air pide crédito al Gobierno por 50 millones de dólares)
Y llegamos a un término clave: Preservación. Es cierto que las flotas de las aerolíneas nunca habían estado tanto tiempo en tierra, pero en el pasado hubo eventos que las obligaron a hacerlo, como la guerra del Golfo o los ataques a las Torres Gemelas del 11S.
“Fueron esas primeras crisis de la aviación las que llevaron a las compañías a reducir su operación y dejar sus aviones en tierra, cuando los fabricantes desarrollaron con detalle y profundidad los planes de preservación”, cuenta Quirós. Por eso se definieron en los manuales de mantenimiento los procesos de preservación que son aprobados por las autoridades del país de fabricación.
Antes de conocer los detalles y de qué ha pasado con los aviones en tierra, Quirós explica algo que es fundamental que los usuarios entiendan: La aeronavegabilidad.
Esto, según Quirós “es la capacidad de un avión de operar en condiciones seguras y eso lo garantiza el fabricante con los procedimientos aprobados por la autoridad aeronáutica del país fabricante (la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea, EASA) o la Federal Aviation Administration, FAA, de EE. UU.), y las autoridades civiles de los países de matrícula.
Justamente ese tiempo parados es una de las preocupaciones de los pasajeros. ¿Están listos para volar? ¿Cómo es su preparación y mantenimiento? ¿Por qué no es necesaria la distancia física dentro de una aeronave? Estas inquietudes y otras acerca de unos aparatos que no se hicieron para estar en tierra, nos las respondió José Luis Quirós, vicepresidente de Ingeniería y Mantenimiento de Avianca Holding.
“Es cierto, y además es una realidad que, como muchas otras máquinas, incluyendo al ser humano, (los aviones) se conservan mejor cuando funcionan que cuando no funcionan”, dice Quirós en el despegue de este artículo. (Lea también: Viva Air pide crédito al Gobierno por 50 millones de dólares)
Y llegamos a un término clave: Preservación. Es cierto que las flotas de las aerolíneas nunca habían estado tanto tiempo en tierra, pero en el pasado hubo eventos que las obligaron a hacerlo, como la guerra del Golfo o los ataques a las Torres Gemelas del 11S.
“Fueron esas primeras crisis de la aviación las que llevaron a las compañías a reducir su operación y dejar sus aviones en tierra, cuando los fabricantes desarrollaron con detalle y profundidad los planes de preservación”, cuenta Quirós. Por eso se definieron en los manuales de mantenimiento los procesos de preservación que son aprobados por las autoridades del país de fabricación.
Antes de conocer los detalles y de qué ha pasado con los aviones en tierra, Quirós explica algo que es fundamental que los usuarios entiendan: La aeronavegabilidad.
Esto, según Quirós “es la capacidad de un avión de operar en condiciones seguras y eso lo garantiza el fabricante con los procedimientos aprobados por la autoridad aeronáutica del país fabricante (la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea, EASA) o la Federal Aviation Administration, FAA, de EE. UU.), y las autoridades civiles de los países de matrícula.